La herramienta más poderosas para combatir la inflamación no proviene de la farmacia, sino de los almacenes naturales. «Muchos estudios experimentales han demostrado que los componentes de alimentos o bebidas pueden tener efectos antiinflamatorios», afirma el Dr. Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Qué comer en la dieta antiinflamatoria
La dieta antiinflamatoria se basa en dos patrones tradicionales de alimentación saludable que proceden de las culturas asiática y mediterránea. Se cree que el patrón combinado es una de las formas más saludables de alimentación.
- Promueve el consumo de alimentos frescos y se evitan los procesados.
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Es rica en grasas saludables como las aceitunas y el aceite de oliva, el pescado graso, los frutos secos y las semillas.
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Incluye una variedad de fuentes de proteínas:
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Algunas son ricas en fibra, como los frijoles y otras legumbres.
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Algunas contienen menos grasa animal, como las carnes blancas.
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Otras incluyen grasas más saludables.
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El agua y el té sin cafeína son las bebidas principales.
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La dieta antiinflmatoria también promueve una manera de comer más lenta y reflexiva.
- En primer lugar, hay que eliminar los alimentos con alto índice glucémico tales como harinas refinadas (presentes en el pan blanco, la bollería y la bollería industrial), frutas muy dulces (especialmente las frutas tropicales) y los zumos ya sean caseros o industriales.
- Del mismo modo hay que quitar de la dieta las grasas trans como, por ejemplo, margarinas, alimentos procesados y ultraprocesados y aceites vegetales muy refinados (especialmente el aceite de girasol, de cacahuete y de soja, ya que son ricos en omega 6, grasas promotoras de la inflamación.
- Una vez eliminados los alimentos anteriormente mencionados, hay que aumentar el consumo de alimentos antiinflamatorios como: el aceite de oliva, los pescados, las carnes no procesadas y los huevos.
- También es muy importante la hidratación, que debe ser suficiente y de calidad (2-3 litros de agua al día). Se puede añadir al agua lima o limón y también vinagre de manzana o tomar infusiones como el té verde que funcionan muy bien para eliminar toxinas, que son las causantes de que la inflamación permanezca. Además, una buena hidratación es fundamental para la correcta salud intestinal y para reducir la inflamación articular.
- Por último, es importante realizar actividad física, gestionar el estrés y adoptar hábitos de sueño saludables que garanticen un descanso suficiente y de calidad. Así como es necesario un adecuado aporte de omega 3 y vitamina D.